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Cada lunes de octubre y noviembre a las 20.30hs, el Teatro Sony de Palermo (José Antonio Cabrera 6027), te acerca una experiencia única que fusiona teatro, cine y música en vivo, para reírse del amor, con guiños a la cultura pop y disfrutar de una noche diferente.
8 personajes, 4 historias, 2 actores y banda en vivo.
Cada historia habla del amor, del desamor, del cine y de la lluvia… de todo aquello de lo que ya se habló mil veces, pero de lo cual se va a hablar mil más, porque siempre buscamos amor (y nos reímos de él).
Interpretada por Ángeles Díaz Colodrero y Martín Mazalán, bajo la dirección de Marcelo Rosa, con libro de Joaquín Stringa y dirección musical de Guido Cefaly, esta producción de Make Believe y Mazalán Producciones vuelve a Palermo para iniciar los lunes a puro entretenimiento.
El Teatro Sony, ofrece un espacio en formato café concert, donde los espectadores pueden disfrutar de una gastronomía que acompaña al show.
Las entradas se pueden adquirir en tuentrada.com o en la boletería del teatro cada lunes de octubre y noviembre desde las 20hs.
¿De qué se trata?
¿De qué se trata?
El amor es ternura, es cuidado y contención… pero sólo los primeros días. Después es despiadado, perverso, rutinario. Igual, evitemos los juicios de valor, pongámonos el traje de la subjetividad (si es posible) y dialoguemos a calzón quitado (metafóricamente, ¡por favor!).
Siempre hablamos de lo mismo: de nosotros mismos (ego mode on). Y de ahí surge todo esto. Hablamos de nuestra realidad, de nuestro mundo y de todo aquello con lo cual nos identificamos. El humor, claro, va a estar presente… porque nos reímos primero de nosotros, porque nos sabemos poca cosa y porque hemos puesto tripa y corazón en cada relación de pareja (hasta aquella que sólo duró una noche) y nunca salimos ilesos. Y porque nos sabemos débiles en materia de amor, dejamos que los verdaderos expertos hablen por nosotros: Woody, Quentin, Wes, Richard (a este se lo conoce menos)… y porque somos un tanto geeks los citamos y lo disfrutamos.
¿De dónde nace todo esto? De nuestro amor por el amor mismo… por jugar al enamorado, por actuar ese personaje, por cantarle al amor… Y qué mejor que la lluvia para borronear al entorno, situando el foco sólo en nosotros dos: los amantes (¡Ay, que poético!).
LA PUESTA EN ESCENA
La estética de Historia de amor bajo la lluvia está basada en el cine indie norteamericano (independiente). El concepto base es DIY (Do it yourself), un anglicismo que remite a todo lo hecho en casa con material de reciclaje. De esta manera pueden coexistir pallets de madera con pequeñas lucecitas y faroles que nos dan la calidez que necesitamos para que el amor renazca una y otra vez. Todo esto bajo la pincelada de lo retro cool que nos provee lo vintage, dándole un gran valor a la paleta cromática como sucede en las películas de Wes Anderson.
La dirección de arte (escenografía + vestuario) es uno de los puntos fuertes de la obra, hasta podríamos decir que se imprime como un sello distintivo y de lo que, seguramente, la gente va a salir recordando… y hacia ahí vamos (o lo intentamos).
Deseamos que el público se reconozca en las historias y en la imagen de cada uno de los personajes; para eso encontramos en las últimas tendencias de diseño nuestro eje dándole lugar a todo lo reciclado y canchero. Con cada personaje y en cada escena se plantea un mundo donde nos podemos reconocer. El espectador, quien se va a ver reflejado en más de una situación, no va a parar de reflexionar y de reír al encontrar que todos somos un poco cada personaje.
LA MÚSICA
En toda buena película, la música es un componente fundamental y en estas historias, dispares y fragmentadas, podremos ver cómo la cohesión se entabla a través de pequeños momentos musicales que distienden y renuevan la atención.
La búsqueda del guiño constante al espectador nos sugiere caer en lugares cotidianos (no por esto, comunes). La propuesta nace de la inversión, entonces, llevando temas populares a versiones más complejas, en una pseudo intelectualización de un material más noble y menos pretencioso (¡Esta frase nos hace ver inteligentes!)
Los personajes son complejos, ambiguos, contradictorios y la música responde a eso… al amor-odio que se produce en un encuentro amoroso. Esta ruleta aleatoria de emociones fugaces nos permite ir desde autores populares latinoamericanos como Celia Cruz o Paquita la del barrio, para llegar a sonidos más comerciales como Shakira o Cyndi Lauper… en una fiesta a la cual están todos invitados. Si te sabés el tema (que seguro lo sabés), ¡cantalo!